Un año del 'caso Negreira': el escándalo que mancha la imagen el Barça y siembra la duda sobre el sistema arbitral español
Este jueves, el famoso 'caso Negreira', en el que se investiga el pago de 7,5 millones de euros entre 2001 y 2018 por parte del FC Barcelona a José María Enríquez Negreira a través de varias empresas vinculadas al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y a su hijo, Javier Enríquez Romero, cumple un año desde que diese comienzo.
Un año en el que tanto el CTA y el arbitraje español al completo como el club catalán han visto cómo su imagen, prestigio y credibilidad han quedado reducidos al mínimo pese a que la investigación del caso, aún en desarrollo, no haya podido demostrar de momento que esos pagos se hicieran con la intención de influir en la actuación de los colegiados durante los partidos.
De hecho, el Barça ha defendido a capa y espada su inocencia en todo momento desde que salió a la luz el caso. El club catalán sigue manteniendo que los pagos, pese a lo elevado de las cifras, se produjeron exclusivamente a cambio de informes técnicos sobre arbitraje y 'scouting' deportivo; y se escuda en un supuesto complot tramado por el Real Madrid y sus medios afines de la capital para intentar hundir al Barça o quedarse con su control, forzando la transformación a sociedad anónima.
Por su parte, el colectivo arbitral también ha realizado una defensa a ultranza de su honor y su imparcialidad desde entonces. Liderados por el presidente del CTA, Luis Medina Cantalejo, y amparados por la Real Federación Española de Fútbol y su entonces presidente Luis Rubiales, han tenido que salir al paso de cada mínima polémica para desmentir haber sido influenciados a favor del Barça o, como el mismo Negreira reconoció ante el juez, para "garantizar la neutralidad" ante los culés.
Más allá de las acusaciones a unos y otros, más infundadas en según qué ocasiones, este año de 'caso Negreira' ha dado para mucho. Falleció en plena instrucción del caso el que fue jefe directo de Negreira en el CTA, Victoriano Sánchez Arminio (de quien se demostró que el día de su salida del Comité pasó horas en su despacho destruyendo documentos); hubo registros en la sede del CTA y de la RFEF; más de veinte árbitros dieron su versión... y por eso es momento de realizar un repaso cronológico a la trama que ha empañado la imagen del Barça y agrietado la confianza en los árbitros españoles.
La prensa catalana destapa el caso
Todo comenzó el 15 de febrero de 2023. El programa 'Què t’hi jugues', de SER Cataluña, destapó esa noche que la Fiscalía estaba investigando al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros por los pagos recibidos por el FC Barcelona entre 2016 y 2018 (después la investigación se ampliaría hasta 2001), cuando todavía estaba en el cargo, y que entonces ascendían a 2,1 millones. Del Real Madrid, admitieron, preguntaron e investigaron pero no hallaron nada.
Un día después, el 16, medio mundo se hacía eco de la información, del escándalo que apuntaba directamente a la etapa más gloriosa de la historia del Barça. Ese día, el Departamento de Integridad de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) reaccionó, y dio inicio a un requerimiento de información reservada a los responsables del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y al Barça para conocer los detalles del caso.
Pasó algo más de una semana de revuelo social y mediático, con silencio institucional en ambas entidades investigadas, hasta que el avispero comenzó a agitarse otra vez. Ese mismo mes, el día 24, el primer árbitro español tomó cartas en el asunto. El colegiado catalán Xavier Estrada Fernández presentó una querella criminal contra José María Enríquez Negreira y su hijo, Javier Enríquez Romero, por un presunto delito de corrupción deportiva.
Dos días después, el 10 de marzo, la Fiscalía realizó su siguiente movimiento, denunciando tanto al Barça como club como a sus ex presidentes Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell por esos pagos millonarios que buscaban "favorecer" al club azulgrana en la "toma de decisiones de los árbitros". Fue entonces cuando el Real Madrid hizo su aparición y el caso estalló por completo.
El día 12, la Junta Directiva del Real Madrid acordó personarse en el procedimiento del 'caso Negreira' "en cuanto el juez lo abra a las partes perjudicadas", y mostró su "profunda preocupación" ante la gravedad de los hechos. Una decisión lógica desde el prisma blanco, ya que de confirmarse el escándalo, ellos serían los principales afectados sobre el terreno de juego.
Imputan a Bartomeu y Rosell. El mundo del fútbol se posiciona: LaLiga, Real Madrid...
Poco a poco, los principales organismos rectores del fútbol español comenzaron a posicionarse y a dar la cara en público. El siguiente en hacerlo, ya el 8 de marzo, fue Javier Tebas. El presidente de LaLiga anunció que su entidad se presentaría como acusación particular en el 'caso Negreira', dejando claro que "la reputación de la competición está por encima de cualquier club".
Marzo fue un mes intenso para el caso. Pasados cinco días de la denuncia de la Fiscalía, el 15 de marzo el Juzgado de Instrucción número 1 de la capital catalana la admitió a trámite, y acto seguido, el 16, la RFEF por fin anunció que se personaba en el procedimiento también. Así, tanto LaLiga, como la RFEF, como el Real Madrid, más allá de la Fiscalía, ya formaban parte de una investigación que no dejaría de crecer mientras nueva información iba saliendo a la luz.
La enemistad entre merengues y culés siguió aumentando también junto a la crispación y la tensión. Algo que quedó patente tras el desplante institucional del Real Madrid hacia el Barça, con una acción directa que dejó clara la postura del equipo blanco. El día 19 de marzo se jugaba en el Camp Nou un clásico de Liga, pero el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, decidió no asistir al partido y suspender la celebración de la tradicional comida de directivas previa al partido.
Ya en abril, día 3, el caso escaló a nivel internacional. El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, consideró que la situación del FC Barcelona era "excepcionalmente grave" por el 'caso Negreira', y aseguró que no había prescrito para la federación europea de fútbol. El ruido era insoportable en torno al CTA, pero sobre todo en torno al club catalán, que todavía no se había pronunciado oficialmente sobre las acusaciones.
El Barça da la cara: el complot liderado por Florentino
Eso sucedió por primera vez el 17 de abril. Después de varias intervenciones en diferentes medios de comunicación y tras una investigación interna, el presidente del Barça, Joan Laporta, compareció por primera vez en rueda de prensa para dar explicaciones sobre el 'caso Negreira'. No sería la última; de hecho, cada vez serían más frecuentes, y cada vez más agresivas contra todo aquel que dudase de su inocencia.
Laporta aseguró vehementemente que la entidad azulgrana "nunca ha realizado ninguna actuación que tuviera como finalidad o intención alterar la competición para obtener una ventaja deportiva" y que los servicios del exvicepresidente del CTA fueron de "asesoramiento deportivo" y "habituales en el sector del deporte profesional". En otra aparición, hizo incluso trasladar las cajas con los supuestos informes hasta la sala de prensa para reforzar su defensa.
Tras la personación del Real Madrid, además, Laporta no pudo quedarse callado. El Barça, a través de su figura, respondió a su personación en la causa como perjudicado acusando al club blanco de haber sido altamente favorecido por el régimen franquista, pero el conjunto madrileño no se cortó un pelo y respondió de vuelta. Real Madrid TV lanzó un clip en el que desmontaban los ataques culés para demostrar que fueron ellos, los que condecoraron tres veces a Franco, los favorecidos por la dictadura.
A nivel mediático, el caso iba perdiendo fuerza conforme pasaban los días sin novedades judiciales. A finales de mayo, el día 26, el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona admitió la personación en el procedimiento del Real Madrid, pero no la del Consejo Superior de Deportes (CSD), al descartar su condición de perjudicado siguiendo el criterio de la Fiscalía. Y, el 2 de junio, el juez Javier Aguirre acordó imputar a Javier Enríquez, hijo de José María Enríquez Negreira, ampliando la causa también por un delito de blanqueo.
El Barça también intentó entrar como acusación particular en la causa, defendiendo que fueron perjudicados y estafados por Negreira. Sin embargo, el 27 de junio el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona desestimó la petición del Barça de ser acusación particular en la causa, además de investigado, después de que la entidad azulgrana lo solicitara en virtud del perjuicio sufrido por una presunta administración desleal.
No todo fueron malas noticias para el Barça, eso sí. A su delicada situación financiera, el escándalo sumaba la amenaza de no poder participar en competiciones europeas, pero la UEFA acabó admitiendo el 27 de julio su participación en Champions tras recibir un informe favorable de los inspectores de Ética y Disciplina (IED) encargados de investigar la implicación del club catalán en el 'caso Negreira'.
Registro al CTA, cohecho y declaraciones de árbitros: Laporta, imputado
El resto del verano fue tranquilo, hasta que el 28 de septiembre el juez Joaquín Aguirre ordenó a la Guardia Civil registrar las oficinas del Comité Técnico de Árbitros (CTA), en el municipio madrileño de Las Rozas, tras imputar por cohecho al Barça, al sospechar que el club pudo pagar por "efectos arbitrales deseados" a un "funcionario público" (aunque ese delito siga sin definirse en este caso).
La investigación avanzaba a paso de tortuga, pero con todas las garantías. Por eso mismo, José María Enríquez Negreira tuvo que acudir al Instituto de Medicina Legal de Cataluña el 10 de octubre para ser examinado por un forense. En instancias previas, el ex vicepresidente aseguró padecer demencia, pero el médico fue quien certificó definitivamente si presentaba síntomas de demencia, como alegó su defensa ante el juez. No era así.
Una semana después, el día 18, el juez Aguirre acuerda imputar al presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, al concluir que los pagos al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) efectuados entre 2008 y 2010, durante su anterior mandato, no habían prescrito porque constituían un delito de cohecho continuado, aumentando a tres los presidentes culés imputados. La Fiscalía, sin embargo, recurrió la imputación de Laporta el 7 de noviembre, al concluir que sus posibles delitos habrían prescrito en julio de 2020.
Ya este año, el 12 de enero, el caso dio otro giro con la comparecencia de más de veinte árbitros profesionales ante la Guardia Civil. Varios de ellos aseguraron creer que el Barça intentó obtener beneficios deportivos con los pagos al exvicepresiente del Colegio Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira y su hijo, si bien aseveraron que no lograron influir en los arbitrajes.
Para acabar, este mismo mes la Fiscalía volvió a oponerse a que se investigue por cohecho al FC Barcelona por los pagos al José María Enríquez Negreira, al concluir que éste no tenía, como vicepresidente del CTA, la condición de funcionario público que exige el delito. Sin embargo, el juez Aguirre ha seguido adelante sin esclarecer ese punto, y ha citado a declarar como investigado a José María Enríquez Negreira tras concluir que, pese a sufrir algún deterioro de memoria, conserva las facultades mentales para ser juzgado. El próximo capítulo se escribe el 25 de febrero.