El alquitrán del cigarrillo: ¿qué es y cómo afecta a la salud?
Más de 6.000 sustancias químicas. Esta es la cifra aproximada de compuestos que esconde el humo de los cigarrillos tradicionales. Y aproximadamente 100 de ellas, son potencialmente dañinas, según las autoridades de Salud Pública. ¿Sabías que el alquitrán es una de ellas? ¿Sabes qué consecuencias tiene su consumo y cómo afecta a la salud de los fumadores?
Es probable que, a la hora de hablar del alquitrán presente en el humo en los cigarrillos, haya grandes diferencias entre lo que normalmente se puede pensar y oír, y lo que es en realidad. Para los fumadores que no han conseguido abandonar el hábito, ni dejar de consumir tabaco y productos con nicotina, es importante que conozcan qué es el alquitrán y cómo les afecta su consumo.
Aunque no se trata de un aditivo del tabaco, sí es una sustancia química que forma parte del humo que se produce a través de la combustión del cigarrillo, y es uno de los componentes más dañinos del humo del cigarrillo.
De ninguna manera se trata del material utilizado para pavimentar las carreteras. Entonces, ¿qué es? En realidad, es una medición automática del peso de las partículas sobrantes que quedan en el humo del cigarrillo, cuando se elimina la nicotina y el agua.
El alquitrán es un componente resinoso formado en su mayoría por sustancias químicas causantes de cáncer y otras sustancias químicas dañinas presentes en el humo del cigarrillo, que termina siendo un residuo de color marrón o amarillo del humo del cigarrillo.
Lo que el humo esconde
Aunque los métodos de cálculo del alquitrán se basan en métodos estandarizados y automáticos, éstos varían en función del tipo de ensayo utilizado. El dato resultante puede verse escrito en los paquetes de cigarrillos para que los consumidores puedan tener cierta información. Pero es importante saber que la producción de esta sustancia no replica el comportamiento de los consumidores al fumar en el mundo real. Además, los niveles de alquitrán, nicotina y monóxido de carbono que se dan en una marca de cigarrillos pueden variar por las diferencias que puedan existir en la metodología de prueba utilizadas por varias entidades de salud pública.
Hacer combustiOFF para eliminar el humo y el alquitrán
En general, el alquitrán se utiliza como medida en los cigarrillos, debido a la combustión que se produce al quemarlo. Al analizar el humo los científicos han logrado determinar la existencia de miles de sustancias químicas liberadas por las altas temperaturas que se alcanzan, y como ya se ha visto, cerca de 100 de ellas han sido identificadas por las autoridades de Salud Pública como elementos dañinos y potencialmente dañinos. Y estos componentes están conectados con el desarrollo de enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Mientras, las alternativas sin humo como los productos de calentamiento de tabaco o los cigarrillos electrónicos emiten un aerosol, o “vapor”, cuya composición química es totalmente diferente a la del humo del cigarrillo debido a la ausencia de combustión. Los productos libres de humo científicamente fundamentados están diseñados y desarrollados para generar un aerosol que contiene niveles mucho más bajos de componentes tóxicos en comparación con los cigarrillos, y la composición del residuo es muy diferente, por lo que el alquitrán no es una medida precisa para las alternativas sin humo.
Así, para aquellos fumadores adultos que van a seguir fumando, la opción de hacer CombustiOFF a través de las alternativas sin humo, les permite elegir una serie de productos que, si están validados científicamente, pueden ofrecer una reducción significativa en los niveles medios de sustancias químicas dañinas y potencialmente dañinas en comparación con el humo de los cigarrillos. Sin olvidar que, aunque estas reducciones deben estar probadas producto por producto, no significa que sean productos libres de riesgo, ya que contienen nicotina.
Por estos motivos, algunas agencias de salud, como las de la Unión Europea, están dejando de exigir a las autoridades de sus países que se impriman estas métricas en los paquetes de cigarrillos, ya que temen que puedan ser engañosas para los consumidores.
Además, hay que tener en cuenta que los datos impresos en los paquetes no tienen por qué indicar a los fumadores las cantidades precisas que inhalarían al fumar un cigarrillo, y por tanto no deben suponer que las cifras más bajas corresponden a marcas de cigarrillos más seguras, más “sanas” o menos dañinas que otra.
Por lo tanto, la mejor opción para la salud de los fumadores adultos es siempre abandonar el hábito tabáquico y el consumo de productos con nicotina por completo. Y si esto no es posible, al menos optar siempre por alternativas sin humo que hayan demostrado científicamente ser mejores en comparación con los cigarrillos.
