El esperado regreso de Rafa Nadal a 'su tierra': su vuelta a la arcilla... casi dos años después
afa Nadal volverá a vestirse de corto —si sus problemas físicos no lo impiden— y a competir en un torneo de tierra batida 672 días después. El manacorí disputó su último encuentro oficial sobre su superficie fetiche durante el 5 de mayo del 2022, fecha donde se proclamó vencedor de Roland Garros tras vencer en la final del torneo de los mosqueteros al noruego Casper Ruud.
Aquel día, el ganador de 22 Grand Slams consiguió hacerse con su decimocuarto Roland Garros tras conseguir victorias contundentes y de mucho peso ante jugadores de la talla de Auger-Aliassime, Alexander Zverev (terminó lesionado de gravedad en su tobillo derecho), o el propio Novak Djokovic, que sucumbió en la Philippe Chatrier ante un ciclón llamado Rafa Nadal. Nada parecía hacer indicar que este sería su último partido en casi dos años.
El próximo objetivo del balear en el calendario será el Masters 1.000 de Montecarlo, que se disputará del 6 al 14 de abril y es uno de sus torneos de arcilla favoritos y el lugar donde ha logrado alzar la bandera española hasta el punto más alto en 11 ocasiones. Sin embargo, y tras su baja de última hora en Indian Wells, el torneo en el que tenía previsto reaparecer, no será hasta el último momento cuando Rafa decida si disputa o no la primera gran cita de tierra batida de la temporada.
Tras renunciar al torneo californiano, Rafa se puso inmediatamente manos a la obra y, en sus redes sociales, se ha podido apreciar al manacorí trabajar y entrenar a una intensidad mayor sobre la tierra batida y a un ritmo y nivel más que aceptable para poder competir ante cualquier rival en las instalaciones de Montecarlo.
Cuatro encuentros en lo que llevamos de año
El jugador español, hasta la fecha, solo ha podido disputar cuatro encuentros durante esta presente temporada: la exhibición en Las Vegas con Carlos Alcaraz y, antes, tres partidos en el torneo de Brisbane, donde volvió a lesionarse tras sufrir una rotura muscular que le obligó a renunciar al primer 'grande' del año, el Open de Australia, y al torneo de Doha.
Asimismo, también se bajó de Miami para centrarse, única y exclusivamente, en la gira de polvo de ladrillo. El estado físico y emocional de Nadal tendrán la última palabra para poder volver a disfrutar del 'rey de la tierra'.